*  50 años de la masacre en Tlatelolco

A esta hora hace 50 años ya eran miles los reunidos en el mítin al que habían sido convocados hombres y mujeres, jóvenes que defendían la autonomía de sus casas de estudios y una utopía de libertad apenas acariciada. ¿Que hubiera pasado si no hubieran muerto? ¿Quienes seríamos hoy? ¿Hubiera cambiado la historia? ¿Nos seguiría doliendo la memoria, nos saldrían las rabias y las lágrimas al ver imágenes en blanco y ese negro sugiriendo, marcando, manchando de sangre el recuerdo? Nos dejaron a los indolentes. Eso está ya muy claro. 

Ya sé que el hubiera no existe… Pero se llevaron a los valientes, a las guerreras, a los fuertes, a los temerarios y a quienes soñaban con un mundo diferente los exterminaron en advertencia; un sucio acto innombrable que parece no pesar sobre los hombros de los que se abanderan tricolores, pero el rojo abarca todo el lienzo hasta escurrir.

Después nacieron pequeños artífices urbanos, artistas rurales sin voz pero con canto… ellos han tejido la historia verdadera con sus manos ajadas… otros han hecho gráfica todos estos años, pintas, poemas y canciones; han hecho memoria y terreno de guerra sólo para volver a caer bajo el yugo de los mismos esbirros; verdugos perpetrando los mismos viejos crímenes… 

 2 de octubre, NO SE OLVIDA!  

México lleva a cuestas un trauma colectivo; un poco de amnesia y anestesia cada cuando y sobre las cicatrices, más heridas…

 

 

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